jueves, 3 de diciembre de 2009

10 Cosas que me molestan sin orden de prioridad.

-1- Me molesta que la gente no vaya concentrada andando por la calle, choque conmigo y consiga aminorar mi ritmo de marcha.

-2- Me molesta que la gente llegue tarde a las citas conmigo, haciendo que yo pierda mi preciado tiempo y paciencia.

-3- Me molesta que los conductores de coches y motos se salten por norma los semáforos en rojo, restando mis escaso tiempo para cruzar el paso de cebra. También me molesta que se paren muy pegados a los peatones.

-4- Me molesta que la gente hable alto en los sitios en los que no es necesario.

-5- Me molesta que me paren para hacerme encuestas, para venderme tarjetas de crédito o para que me apunte a greenpeace. La calle es un lugar público pero eso no les da derecho a pararte cada 100 metros.

-6- Me molesta que la gente se quede apalancada en las barras de los bares y no me dejen pedir al camarero. Deberíamos aprender de los británicos en eso. La barra está para pedir señores.

-7- Me molesta tener que dar dos besos a alguien cuando le he visto 24 horas antes. (no me molesta cuando es mi novia claro).

-8- Me molesta que me digan que no sé de fútbol. Es verdad que no sé, pero me molesta que me lo digan.

-9- Me molesta que la pelusa se quede atrapada en la aguja de mi tocadiscos.

-10- Me molesta que me digan: "Coño jose, ¿no vas a dejar una canción entera?"


"Pronto pensaré en cosas que no me molestan. Por eso del positivismo..."

miércoles, 2 de diciembre de 2009

Indies Muertos.

Hace tres años todo se fué a la mierda. Todas las vacaciones de verano en benidorm, el trabajar 8 horas en una oficina, el inflarse a copas con los amigos y hasta el dormir. No fué el gobierno actual ni el paro (cosa rara). Fue una explosión nuclear en el valle de los caidos. ¿Cómo es posible? ¿En el valle de los caidos? Pues sí señores, resulta que unos nostálgicos jubilados franquistas decidieron, hace una veintena de años, escabar unos túneles bajo la esplanada del mauselo para construir un reactor nuclear que devolvería a la vida al generalísimo. Al Cesar Visionario como decía Don Francisco Umbral.

Los 3 viejales palmaron un 20N de 2006 en uno de sus túneles cuando cantaban el "cara al sol". Un infarto colectivo parece ser. Cosa rara.

El caso es que se dejaron el reactor encendido. Se calentó... y a tomar por culo la bicicleta. La cruz de los caidos apareció en la Puerta del Sol y aplastó a unas 200 personas que se manifestaban contra el hambre en Etiopia. Pero eso no fue nada. Nada comparado con la que se montó por culpa de la radiación.

¿Cómo explicarlo...? Madrid se petó de zombies. Por todas partes. Desde Malasaña, pasando por las tablas y sanchinarro, hasta Vallecas y Parla. Imagina la plaza del dos de mayo lleno de "chavales" con sus All Star, sus vans, sus peinados modernos y sus gafas de pasta buscando carne fresca. En realidad hacían lo mismo que antes pero en lugar de porros y cerveza buscaban chicha.

En este momento de la narración ya te estarás preguntando: ¿Y cómo este tío puede narrar esta historia con tanto detalle si las calles eran como una gran manifestación del "Partido Nacional Devoracerebrista"? De cajón. Sólo nos salvamos los que estábamos en las profundidades de la línea 6 de metro, el cirular. Siempre nos jodió mucho subir tantas escaleras, pero esta vez, la profundidad nos había salvado de la primera ola radiactiva. Además, antes de la gran plaga yo no hacía nada. Tocarme los cojones basicamente y ver pelis de George A. Romero. Todo el mundo me vacilaba y a mi me la sudaba. Un buen día, toda esta gran pérdida de tiempo se convirtió en mi gran arma. Los libros de Max Brooks y mis tarrinas de Dvd´s contra un Madrid Zombi.

En agosto del primer mes, me dediqué a saquear todos las que habían sido tiendas de chinos del barrio de malasaña. Me flipaban los noodles y quería conseguir los máximos posibles para no tener que salir de casa y vivir plácidamente en mi balcón.

Esa tarde, cuando salía de una de esas tiendas levantando la verja de hierro vi a uno de los "Zombidernos", que así es como llamaba yo a los muertos que en vida habían sido habitantes de Malasaña, plantado delante de una tieda de zapatillas. La tienda estaba completamente vacía por culpa de los saqueos, porque en esta zona lo primero que se vació fueron las tiendas de ropa. Hay que ser gilipollas. ¿Qué más dará lo que lleves puesto cuando lo que se lleva en esta época es que te sorban los sesos? Pues allí estaba el zombi mirando a la puerta como esperando a que abriesen para pillarse las "Air Jordan Vintage" edición limitada. No le hice mucho caso y seguí a mi bola.

Pero es que al día siguiente me lo encuentro en la puerta de CD Drome (la que fue la tienda más "IN" de vinilos de la capital. Esta vez el puto gul berreaba desde la otra acera todo indignado. La curiosidad empezó a picarme justamente a la altura del hombro izquierdo. ¿Es posible que haya Zombies Indies? No puede ser.

"Para una cosa buena que se llevó la plaga" "Osea que los Gafapastas son más resistentes a la radiación que las cucarachas" "Su puta madre". Pues nada, puse un altavoz en mi balcón y pinché "El Guincho" a toda ostia durante 3 días seguidos.

Al cuarto día ahí estaba mi colega. Con sus wayfarer falsas de color verde fosforito y su camiseta de Run DMC destrozada y atravesada por sus propios intestinos.
Poco a poco, el zombi consiguió subir por las escaleras de mi portar y llegar hasta mi casa, guiado por las notas de la canción "Palmitos Park".

Se sentó en mi sofá y le estuve pinchando vinilos durante una semana. No se movía. No quería morderme. Sólo quería escuchar al puto Morrisey sin parar.

De vez en cuando salía al balcón y se tiraba a la calle de espaldas, supongo que para sentirse como en FIB. No lo sé.

En una de estas ocasiones, mi ya colega Fiber, que así le abutizé, se calzó una ostia con un Bolardo de Gallardón y le atravesó la cabeza. "Más muerto".

Nunca llegué a superar la muerte de Fiber. Ahora todas las mañanas escucho a los Smith en su honor. Sólo espero que Fiber esté en el cielo de los Zombies indi junto con el niño biónico y el cantante de la casa azul.

Descansa en paz Fiber.

martes, 1 de diciembre de 2009

La noche en la que comenzó la lluvia

Voy a contar una historia que me pidieron

en una noche de baños y tallarines,

hechos extraños sucedieron

la noche en la que comenzó la lluvia.

Eran las diez y Marta como siempre no reía

todos se mecían en el porche aquella noche,

Lucas el herrero contaba cuentos,

Marco el pescadero miraba a su mujer,

Erika la pecosa echó a correr.

El viento se alzó mirando a todos

e inflado de azul oscuró gritó:

¡esta noche os voy a joder!

Marta salió a la esquina atrapada por la brisa

Y su nariz se mojó. Y su cara sonrió.

"Marta hija, ya estoy aquí"

He venido a por ti.

Y allá donde vayas, yo caeré en forma de aguacero.

"Padre yo soy feliz aquí, yo me quedo"


(canción pendiente de acordes)